Navegaremos en un catamaran LAGOON de 46 pies muy bien equipado y debidamente adaptado a la navegación oceánica. El capitán del barco y parte de la tripulación tienen una dilatada experiencia oceánica, además de todo el instrumental electrónico de navegación y de seguridad, el barco cuenta con desoladora, placas solares, hidrogenerador, y generador.
El barco tiene 4 camarotes, 4 baños y un magnífico salón con una cocina totalmente equipada. Compartiremos el bono de telefonía satelital Iridium con recepción ilimitada de llamadas. También dispondremos de correo electrónico.
Todos los navegantes que lo deseen podrán participar en las rutinas diarias de navegación y mantenimiento.
Pueden venir una semana antes a Tenerife y disfrutar de la isla mientras nos preparamos para la travesía. De esta forma podremos participar en la compra del avituallamiento necesario que no está incluida en el precio, y pagaremos todos a escote. Dispondremos de congelador de alimentos, por lo que podremos llevar todo tipo de viandas, además, podremos participar de nuestras cualidades culinarias (quien las tenga y así lo desee). En nuestro barco, el aperitivo de las 12:00 es obligatorio.
Las travesías atlánticas son una aventura y es necesario asumir que estaremos lejos de cualquier ayuda externa, dependiendo siempre de elementos que no podemos controlar, como vientos contrarios, averías y otros condicionantes que puedan influir en nuestro calendario e itinerario previstos. La idea inicial es arribar en Saint-Martin aunque esta decisión dependerá de muchos factores.
En las ocasiones anteriores la travesía no ha durado más de veinte días, incluida escala en Cabo Verde.
Adicionalmente, una vez en las islas americanas, navegaremos entre ellas el tiempo que podamos.
Para ello es importante que se disponga de fechas flexibles. En casi todas las islas que visitaremos hay aeropuertos internacionales con vuelos diarios a Europa.
